Infancia: su primer encuentro con el jiu-jitsu
Kanō Jigorō (10 de diciembre de 1938, Mikage, actual Hyogo, Japón – 4 de mayo de 1938, Hikawa Maru) fue un niño de baja estatura y poco peso que era acosado en el colegio por su aspecto intelectual.
Para el padre de Jigoro, la educación era la base del futuro de todo individuo, algo que él no pudo tener, ya que comenzó a trabajar desde muy joven. Por tal motivo, y pese a no tener mucho dinero, trabajó arduamente para darle una buena educación a su hijo, hasta el punto de contratar tutores personales en diferentes áreas e inscribirlo en una escuela privada.
Por otro lado, el pequeño Jigoro Kano deseaba tener la habilidad de defenderse contra los niños que lo golpeaban en la escuela, hasta que un día un amigo de la familia decide mostrarle algunas técnicas de jiu-jitsu. Desde ese momento Jigoro deseó aprender el arte, algo en lo que su padre no estaba de acuerdo, ya que lo creía peligroso. Pero poco tiempo después lo dejó entrenar, con la condición de que se esforzara por «dominarlo perfectamente».
Del jiu-jitsu al judo
1883, Jigoro Kano tenía un rango de jiu-jitsu verificado y una credencial de enseñanza, con la cual pudo fundar su primera escuela de kano jiu-jitsu: el Kodokan Judo Institute. Asimismo, denominó a su sistema «jūdō», que significa «flexibilidad» (jū) y «camino» (dō).
Estando en la universidad, Jigoro Kano comenzó a buscar entre los intelectuales otros maestros de artes marciales. Allí conoció a Fukuda Hachinosuke, un artista marcial con métodos de enseñanza rigurosos.
A Fukuda le gustaba la práctica desde la experiencia real, por lo que cada otoño se enfrentaba a sus estudiantes de último año para probar sus habilidades. Debido a que a Jigoro Kano se le dificultaba derrotar a Fukuda, decidió aprender técnicas de otras artes marciales y combinarlas con el jiu-jitsu que le habían enseñado.
De esta manera, Kano probó técnicas de sumo y de lucha occidental, hasta que encontró la combinación que le permitió derrotar a Fukuda. Con el tiempo, Jigoro Kano fue perfeccionando su técnica, haciendo demostraciones de esta nueva disciplina híbrida. Siguió yendo a diferentes escuelas de jiu-jitsu para adquirir nuevas técnicas desarrolladas por los mejores senseis del momento.
En 1880, Kano había creado un método de derribo diferente a otras artes marciales enseñadas, que consistía en romper la postura del oponente antes de realizar el lanzamiento. Así fue como logró arrojar al suelo a su sensei del momento, Iikubo Tsunetoshi, quien le dijo en cierto momento «me temo que ya no tengo nada más que enseñarte».
Popularidad del judo y legado de Jigoro Kano
El judo rápidamente se incorporó al sistema educativo japonés, y se empezó a popularizar por todo el país debido a su innovación y efectividad.
Varios de sus alumnos, entre ellos Mitsuyo Maeda (sensei de Helio Gracie, precursor del BJJ), viajaron por el mundo para demostrar la efectividad del judo y expandir su enseñanza. Así fue como el judo llegó ser en el primer arte marcial con reconocimiento internacional, y el primero en convertirse en un deporte olímpico oficial. Estos eventos también llevaron a Kano a ser elegido el primer miembro asiático del Comité Olímpico Internacional (COI) en 1909.
La popularidad del judo a nivel mundial generó la necesidad de crear la Federación Internacional de Judo (IJF) en 1999, cuyo salón de la fama tuvo como primer miembro a Jigoro Kano.
Kano, a lo largo de su vida, recibió múltiples menciones honoríficas y condecoraciones de alto renombre tanto a nivel nacional como internacional. ¡Y no es para menos!, pues le dejó al mundo como legado una disciplina de artes marciales que ha podido unir fronteras y llevar a nuestras manos la cultura y el arte de defensa personal japonés.
There are no comments
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.